Trainspotting [Eje I]

Cursiva

La pasividad. La comunicación masiva. La mediatización en la sociedad posmoderna.


Escocia. Mark Renton. La crisis de la modernidad en una sociedad posmoderna. Un cerebro adicto a la heroína pensando las ventajas de la misma o, tal vez, buscando graficar (mediante su voz en off) los caminos paralelos detrás de las cortinas de una sociedad rígida y estructurada.

El capitalismo es el modelo de producción y la ideología que predomina en el sistema de la población, acompañado por el consumismo y las profundas desigualdades sociales entre los demás países. Trainspotting muestra la estabilidad de una sociedad basada en la falta de valores y el individualismo, que si bien vemos a Renton casi siempre solo o en sus pensamientos, es una persona que analiza el mundo y su condición humana desde otra vertiente que se puede simplificar en una sola palabra: heroína. “Elige pudrirte en un hogar miserable, siendo una vergüenza para los malcriados que has creado para reemplazarte”. Las palabras del personaje principal retumban en cualquier cabeza acostumbrada a vivir en las condiciones de aquel sistema, el mismo que reina hoy día.

La película se desarrolla en una sociedad no acostumbrada a tener gente reflexionando acerca del sistema y las condiciones personales, en buena parte debido a la competencia por el dinero que ha cegado a muchos ciudadanos. La película demuestra que en una sociedad ampliamente secularizada de las culturas y de los pensamientos de la ilustración, Renton trabaja la “autorreflexidad”, término acuñado por Giddens y Habermas para definir uno de los puntos más importantes del período moderno, en el cual se prioriza el conocimiento experto como punto de partida para el cambio; aquél se retroalimentará sobre la sociedad provocando su transformación y la del conocimiento mismo. A su vez, Habermas separa al hombre de lo natural y lo divino, anticipando al hombre y la razón, clave del movimiento de la ilustración. Es por eso que el personaje se atreve a ver las cosas y contarlas con otro tipo de mirada, crítica y de ideas subrepticias y/o cavadas en el fondo de la tierra para la sociedad. “Atrévete a saber” (“Sápere aude”), pura filosofía kantiana para describir a la Ilustración que ilustra los días de Renton, quien deja al espectador con la duda y la invitación al juego: no sabemos hasta qué punto es dependiente de las drogas (aunque parezca que no haya límites), hasta qué punto sufre y cuánto aprecia de esa vida que él “elige vivir”, como el discurso inicial invita a reflexionar.

"Tomábamos morfina, diamorfina, ciclocina, codeína, temazepán, nitrazepan, fenobarbital, amital sódico, dextropropoxifeno, metadona, analbufina, pecinina, pentazocina, buprenorfina, dextromoramida, clorometiazol... las calles rebosan drogas que puedes tomar para combatir la infelicidad... y nosotros las tomábamos todas. ¡Joder, nos habríamos inyectado vitamina C si hubiera sido ilegal!" El objeto de la película toma aquí otro ángulo de visión. Aceptan que “buscan lo ilegal”. Pero, a su vez, sabemos que detrás del “pasar el rato” hay una ideología de vida, “junkie”, excéntrica y por el costado de las demás cosas. La resignación es parte del día a día, el cual en definitiva no figura entre sus pensamientos. No hay día a día, sino más bien el día que se repite una y otra vez.

"Nuestra única respuesta era seguir igual y a la mierda con todo. Acumular miseria tras miseria, apilarla sobre una cucharilla y disolverla con una gota de bilis, después inyectarla sobre una vena apestosa y purulenta y vuelta a empezar. Seguir igual levantarse, salir, robar, putear a la gente. Lanzándonos con anhelo en post del día en que todo saldría mal, porque no importa cuanto guardes para mañana o cuanto robes, nunca tienes suficiente, no importa la frecuencia con que salgas a atracar o a robar a la gente, siempre tienes que levantarte y volver a hacerlo todo otra vez"

Claro está que Renton y su voz en off no consideran para nada rescatable las condiciones de la sociedad escocesa. El nacionalismo no reina entre los amigos de la heroína y cuando viajan en tren (el nombre de la película guarda relación con la actividad de pararse a mirar los tranvías en la estación durante horas y horas, comparando algunos efectos de la droga que consumen) llegan a un extenso paisaje escocés. Tommy, quien acaba de cortar con su novia e incursiona el mundo de las drogas (y que en no mucho tiempo lo lleva a la muerte en plena soledad) invita a sus amigos a caminar por el prado de su país y les pregunta si no se alegraban de ser escoceses. La respuesta de Mark es digna de cualquiera de los llamados “anti-patria” y/o “antisociales”: "¡Ser escocés es una mierda! ¡Somos lo peor! ¡La basura del mundo! La mierda más miserable y patética que haya poblado la tierra. ¡Muchos odian a los ingleses! ¡Sólo son puñeteros! ¡Nosotros somos una colonia de esos puñeteros! Ni siquiera logramos que nos colonizara una cultura decente ¡Nos gobiernan imbéciles! ¡Es una verdadera mierda! ¡Y todo el aire puro del mundo no cambiará nada!”. Con estos últimos gritos el odio de Renton la resignación desde el punto de vista queda explícito y asegurado.as morales y las religiones han sido los principales con los cuales se ha podido hacer del hombre lo que se ha querido, siempre, claro está, que se haya contado con un exceso de fuerza creadora y se haya podido ejercer la voluntad durante un gran espacio de tiempo. La voluntad de dominio.” (Francois Truffaut - “El cine según Hitchcock”. Alianza Editorial. Madrid, 1974).

Tomemos el cuento “El Peatón” de Ray Bradbury y comparemos al personaje principal y su relación con la sociedad en ambas historias. Con una diferencia de más de medio siglo (la historia de Bradbury se desarrolla en 2053), tanto Renton como Leonard Mead están aislados del inconsciente colectivo social, ese pensamiento cerrado para quienes lo critican y ligado meramente al ambiente televisivo que Pierre Bourdieu resalta en “La Televisión, el Periodismo y la Política”. A pesar de que el texto aborda el análisis de la desvirtuación de la función periodística para con los hechos diarios, el ambiente político y el del cholulaje y el “chisme” (que ha desvirtuado a su vez el espacio político), Bourdieu asevera que “En un universo que, como el mundo del periodismo y, sobre todo, de la televisión, está dominado por el temor pánico de resultar aburrido y la preocupación de divertir a cualquier precio, la política está llamada a aparecer como un tema ingrato que se excluye siempre que se puede de las horas de mayor audiencia, un espectáculo poco excitante, por no decir deprimente, y difícil de tratar, que conviene hacer interesante a cualquier precio”. Se podría agregar que no sólo la política es utilizada como chivo expiatorio, sino también los aspectos relacionados a la sociología y al progreso, que entablan una directa relación con aquélla, de la cual, se puede afirmar, depende el futuro de una sociedad entera.

“Trainspotting” podría darle la mano a “Réquiem por un sueño”, del director Darren Aronofsky, cuatro años posterior a la de Boyle. La película muestra tres historias diferentes pero directamente conectadas con la idea de la “estupidización”. Una mujer adulta que sueña con aparecer en un programa televisivo, un hijo que aparece por la casa sólo para financiar sus drogas y una chica drogadicta que va escalando hacia el desastre mental cada vez más. La mujer vive pendiente de un medio de comunicación y los otros dos son parte activa de un sistema sólo para conseguir las drogas que los sacan del mundo.

Pero, volviendo a la película de Boyle, en realidad, Renton no concibe la estructura social existente y se genera la sensación de anomia, que se puede analogar con su forma de vivir: ambas se sustentan en el pasar de los días sin una razón más que vivir del sistema capitalista reinante, el que sólo brindará dinero, en el aspecto poblacional, y el “no elegir la vida” en la cabeza del joven. “Elige sentarte en el sofá o mirar programas estupidizantes”. Esa anomia es la que ha causado la invisible crisis posmoderna, impaciente ante tanta ideología que algunos se atrevieron a insultar como “utópica”. El estar harto de tanto y buscar sólo poder conseguir el Poder. A Renton y sus compañeros no les interesa si pueden vivir de un seguro de desempleo (que les provee algo de dinero, y si no, a robar otra vez…), tampoco les interesa triunfar como trabajadores (esto se ve cuando Spud hace un papelón -o lo que para la mayoría sería algo vergonzoso- en la entrevista de trabajo - http://www.youtube.com/watch?v=_O6bWb7oEuE -)

E

n definitiva, Trainspotting hace a un costado la sencillez del cine al expandir el camino mediante la significación social. Como diría Hitchcock, "El cine es más importante para mi que cualquier moral"."E

l cine es el medio de co

municación más entendido y más poderoso". La película se carga de críticas a la masividad y a la mediatización en una sociedad que ha progresado pero que sus estancamientos la perjudican en algunos detalles que el espectador tendrá muy en cuenta al presenciar esta película. La misma película tuvo consecuencias a nivel mundial ya que en parte publicitaba el consumo de las drogas y el no hacer nada frente a ninguna situación, lo que trajo críticas y adhesiones a lo largo de todo el mundo.




Crudele, Martín.

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1 Response to "Trainspotting [Eje I]"

  1. buscandovidazen says:
    21 de junio de 2010, 17:23

    muy buen posteo, tus reflexiones están argumentadas y bien articuladas

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